El diputado regional del Partido Popular José Cuervas-Mons denunció hoy que el proceso del Gobierno regional para seleccionar al responsable del Centro de Innovación Territorial (CIT) ha supuesto “un escándalo y una vergüenza”, que ha terminado con la elección de la ex consejera socialista de Bienestar Social, Graciela Blanco.
Cuervas-Mons señaló que solo una persona, Graciela Blanco, cumplió los requisitos para el cargo de directora, al exigir una titulación concreta y experiencia en dirección de organismos públicos, en lo que supone “una nueva barbonada de colocación de amiguetes socialistas”.
El parlamentario popular afirmó que el PP ha solicitado el expediente completo de la selección del director del Centro de Innovación Territorial a la consejería de Reto Demográfico que dirige Gimena Llamedo, recibiendo como respuesta que “no consta el expediente solicitado”.
Cuervas-Mons recordó que el pasado 11 de abril la propia Gimena Llamedo y la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Agessen, firmaron un convenio para el impulso del citado centro, que sin embargo no contiene ningún compromiso económico para desarrollarlo.
El diputado popular del Partido Popular anunció que ha solicitado la comparecencia de Llamedo y del equipo de su consejería en la Junta General para que expliquen “todo este rocambolesco proceso selectivo”.
José Cuervas-Mons destacó que se trata del funcionamiento del “mundo Barbón, que tiene 23 personas de personal eventual y de comunicación para él solo, todos reconocidos militantes socialistas, concejales o miembros de la FSA”.
“Es la economía circular de Barbón, que consiste en situar a los suyos siempre, y aunque haya que amañar bases de los procesos de selección; es lo que pasa en Asturias cada vez que sale algún puesto con sueldo de más de 50.000 euros, que acaba en manos de algún o alguna insigne socialista, pagado con los impuestos de los socialistas”, remarcó.
El parlamentario lo concretó: “SI hay alcaldes que pierden las elecciones, tienen un puesto bien retribuido y asegurado en la Administración del Principado, y si una ex consejera necesita ayuda, ya se amañan unas bases para echarle una mano. Una vergüenza”.